Arestín Casais Salvador Manuel

Fecha de nacimiento: 29/11/1948
Ocupación: Abogado / Militante político
Apodo: Manuel / Gallego
Fecha de secuestro: 6/7/1977
Edad: 28
Lugar de Cautiverio: La Cueva

Nació el 29 de noviembre de 1948 en Rentería (Guipúzcoa – España). Emigraron a la Argentina con su familia en 1950. Por su origen hispano, ya de grande, fue apodado Manuel.

Salvador fue abogado y entre las cosas que hizo fue presentar Hábeas Corpus sobre las detenciones ilegales que se estaban sucediendo en esos años de dictadura.
Se recibió de abogado en la Facultad de Derecho de la Universidad Católica de Mar del Plata. Carlos Bozzi, quien lo conoció en su juventud, relata que mientras cursaba sus estudios integró el Grupo de Estudiantes Antiimperialista (GEA) de tendencia maoísta y con activa militancia en la universidad.
Junto con Raúl Alais, promovieron las acciones de repudio estudiantil ante el asesinato de Silvia Filler por parte de la Concentración Nacional Universitaria (CNU). Fueron excelentes oradores y ambos fueron referentes de la izquierda universitaria local entre los años 1969 y 1972.

Se casó y fue padre de dos hijos. Adriana, la menor, tenía apenas un mes y medio de vida cuando secuestraron a su padre. Recuperando retazos de la historia supo que “… luego de esconderse durante los años de la Triple A (Alianza Anticomunista Argentina), su padre se lo llevó en barco a España, y que a su regreso, pareció ser otro, prometiendo a mi madre su firme decisión de abandonar toda vida política y su deseo de formar una familia. Sin embargo, no pudo lograrlo”.

El día de su secuestro estaba en su estudio junto con sus socios Pablo Coppola y Carlos Roberto Cangaro cuando irrumpieron en el estudio hombres armados. Un hombre joven, delgado y de pelo muy corto fue al despacho del Dr. Coppola y le dijo que no hiciera nada y no se moviera. Otro hizo lo mismo con el Dr. Cangaro. A los pocos segundos escucharon gritos de auxilio del Dr. Arestín y luego todo quedó en silencio. Cuando se animaron a salir del despacho supieron que se habían llevado al Dr. Arestín, había manchas de sangre en la sala de espera del estudio. No revisaron nada ni se llevaron nada más. Posteriormente hicieron diligencias en la Comisaría Primera y en el destacamento de Caballería, pero en todos lados negaron saber algo.

En palabras de su hija Adriana:

Salvador Manuel Arestín. El padre que no pudo ser. No conocí a mi padre. Tenía un mes y medio de vida cuando fue arrancado ilegalmente de su estudio jurídico. No puedo hablar de él porque la barbarie no me permitió siquiera guardar un mínimo recuerdo. Por eso tal vez me resulte lejano. Sin embargo me ha marcado. Vaya si su ausencia me ha marcado. Por su inaceptable desaparición, no acepto las gestas heroicas ni la entrega por los ideales “patrióticos”. Lo lamento aunque no suene muy feliz. Su ausencia me enseñó que mi único ideal en la vida es mi familia. Lo único que entiendo como valor supremo y justificable, es la familia. Tal vez no sea menor su legado. Y eso, gracias a que nos vimos cobijados por los brazos de unos abuelos únicos que hicieron de padres junto a mi madre. Junto a una madre que había perdido a su compañero de vida e ideales, al padre de sus hijos y que durante años, pudo ser una víctima más. Y que sin embargo, jamás nos crió en el odio ni el rencor. Por eso, estas líneas son también una excusa para agradecer a mi madre pese al silenciamiento de la historia. A mi padre lo habían secuestrado y punto (…).
Nadie puede entender lo incomprensible que resulta sentarse a pensar que por proclamar ideas distintas, las “fuerzas del orden” (que terrible paradoja) un día pudieron entrar a un estudio jurídico, sin más tomar por la fuerza en nombre del Estado, tirarle un tiro, encapuchar a un ciudadano, introducirlo en un Ford Falcon y conducirlo a un reducto militar para allí, torturarlo de la peor manera, abusando impunemente del poder y luego, decidir sobre su vida o su muerte, simplemente según su arbitrario parecer. Eso es lo que me pasa cuando pienso en ese padre que no conocí. No puedo entender desde mi estructura mental sana y democrática, tamaño desquicio. Por eso debe existir condena y no reconciliación. Porque esa locura debe quedar marcada a fuego en la historia argentina como algo inaceptable e irrepetible
(…).

Lo secuestraron el 6 de julio de 1977 por la noche, en su estudio jurídico ubicado en la calle 9 de Julio al 3900 (Mar del Plata). Fue visto en el CCD La Cueva. Tenía 28 años. Los secuestros de abogados laboralistas marplatenses, ocurridos entre el 6/07 y el 13/07, se los conoce como “La Noche de las Corbatas”.

Los crímenes de lesa humanidad cometidos contra Raúl fueron juzgados y condenados en las siguientes instancias judiciales: Sentencia dictada por la CÁMARA NACIONAL DE APELACIONES EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL FEDERAL en Causa Nº 13/84 (Causa 13) diciembre de 1985 / Sentencia dictada por el TRIBUNAL ORAL EN LO CRIMINAL FEDERAL DE MAR DEL PLATA en Causa Nº 2086 y su ac. Nº 2277 (Molina) junio de 2010 / Sentencia dictada por el TRIBUNAL ORAL EN LO CRIMINAL FEDERAL DE MAR DEL PLATA en Causa Nº 2278 y ac. (La Cueva y Comisaría 4ª) octubre de 2012.

(Fuentes: RUVTE; Legajo CONADEP; Semblanzas de Abogados)

 

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